Como en todas las regiones áridas, desde la prehistoria, el hombre ha ingeniado métodos para aprovechar los escasos recursos hídricos de los que disponía, bien almacenando las aguas de lluvia o extrayéndolas del subsuelo mediante pozos. Así, en las comarcas del Campo de Cartagena y del Mar Menor, la presencia de estos sistemas, generalmente para consumo familiar, está muy extendida en las zonas rurales, junto a las viviendas o diseminados en los núcleos de población cercanos a las playas. Incluso los faros disponían de sus propios aljibes, como en el caso del Estacio.
Introducidos por los romanos, serían los árabes los que extendieron su uso. De hecho, la palabra aljibe deriva del vocablo árabe “Al Yibab”.
Son depósitos subterráneos generalmente de forma cilíndrica, impermeabilizados con una capa de mortero. En el exterior se instalaba un brocal, rematado por un garita o capilla, con puerta y tejadillo de forma apiramidada. Dentro de la garita se colocaba la carrucha de madera de la que colgaba una cuerda con un cubo o balde.
El Aljibe del Estacio, construido para el suministro de las familias y animales domésticos de los dos torreros que llevaban el servicio del faro, se construyó siguiendo el modelo de bóveda cilíndrica y garita exterior, muy común en el Campo de Cartagena.
El sistema de almacenamiento comenzaba en una poza, que recogía el agua de la lluvia, donde era decantada durante cierto tiempo para eliminar impurezas. El agua llegaba canalizada desde la poza y pasaba al aljibe a través de una rejilla.
MÁS INFORMACIÓN
Km. 14 Gran Vía de La Manga
30370, LA MANGA San Javier, S/D