Un barco inusual varado en tierra firme, donde nuestro entrañable protagonista pretende salvarnos de la inminiente inundación. Bueno a tod@s no, que tod@s no cabemos… Embarca o Nada!…
Así arranca está historia que nos sumerge en una distopía plagada de circo y humor.
La preparación del viaje desencadenará un sin fin de accidentes, juegos acrobáticos y poesía visual. Desencadenando un insesperado desenlace. Porque tal vez lo importante sea dejar de preocuparse y ocuparse en presente, aún queda mucho por hacer antes de que llegue el agua. Acostumbramos a existir anclados a las seguridades, pero abordar la vida es soltar amarras, adaptar el rumbo al viento y lanzarse, sin red, a lo desconocido.
¿No será que tenemos más miedo a vivir que a morir?
Vivir es un desafío y en este caso a la gravedad en todos los sentidos. Acostumbramos a resguardar la vida en una tumba para que nadie la mate, tal vez vivir sea otra cosa, tal vez consista apostar y tomar riesgo, tal vez necesitemos de la ilusión para dar vida a la existencia.
Es aquí, en el filo del alambre donde la vida se convierte en algo tan simple y apasionante como avanzar un paso, tal vez la vida resida en estos ínfimos instantes y el resto sea tan solo la espera.