Imagina una franja de arena de 18 kilómetros de longitud y con una anchura que varía desde los 100 a los 1000 metros. A ambos lados, el mar. Mejor, dos mares, el Menor y el Mediterráneo: es La Manga del Mar Menor.
Esta maravilla natural ha estado poblada desde antiguo. Pescadores y pastores, además de los soldados acuartelados en la torre vigía de El Estacio, eran sus moradores en determinadas épocas del año. Fue en 1960 cuando, aprovechando el despertar de la actividad turística en nuestro país y bajo la declaración de Zona de Interés Turístico, empieza su desarrollo.
El capricho geográfico conforma más de 40 kilómetros de amplias playas, distinguidas por su calidad, y nos posibilita elegir entre dos mares con aguas a distintas temperaturas, grados de salinidad diferentes, uno prácticamente tranquilo todo el año y otro de mayor oleaje.
La silueta de este magnífico y único destino turístico presenta núcleos residenciales, lujosas villas, hoteles, restaurantes, discotecas, tiendas, locales vanguardistas y un importante Puerto Deportivo.
Dispone de una oferta hotelera y de alojamiento que supone más del 50 por ciento del total regional y a un toque cosmopolita se suma la belleza del paisaje, que permanece prácticamente en estado natural en su tramo final. Sus especiales cualidades para los deportes náuticos, a la par que una amplia oferta lúdica y de ocio completan un extenso abanico de actividades para el visitante.
